sábado, 13 de mayo de 2017

Horario de Verano: Tiene Sentido?


(fuente: http://www.geohistoarteducativa.net/public/historia/Autoevaluaciones/n1.htm)

En unas pocas horas más, el territorio nacional excluida la Región de Magallanes, cambiará su hora oficial retrocediendo los relojes en una hora, lo que significa que la noche será más larga, y a partir de mañana el amanecer será en una hora más temprana, es decir, si hoy amaneció a las 8:26, mañana lo hará a las 7:26. A cambio, en lugar de atardecer a las 18:50, lo hará a las 17:50.

Este cambio, corresponde al horario de invierno en lugar de horario de verano, y se traduce en más horas con luz natural durante la mañana, y menos horas durante la tarde. Se justifica este cambio? Cuál es el origen y argumentos para este tipo de medidas administrativas? Comenzaremos por lo segundo:

Origen y argumentos
El horario legal es una definición que busca ordenar el día, de manera de tener una referencia de la posición del sol sobre la ubicación en que nos encontramos. La hora 12:00, corresponde en teoría a la hora en que el sol se encuentra en la posición del meridiano de cierta ubicación. Dado que el comercio internacional y las agendas entre países requieren de ciertas coordinaciones, la mayoría de los países han adoptado horario tipo GMT o UTC +/- N, donde la referencia es el meridiano 0 de Greenwich en Inglaterra. Como la tierra tiene 360 meridianos, y el sol demora 24 horas en recorrerlos, una hora abarcaría una extensión de 15 meridianos. La ventaja de Chile al ser una larga faja de tierra en sentido norte-sur, con excepción de la Isla de Pascua, es que en cualquier parte del territorio la hora del meridiano es relativamente similar, siendo las diferencias entre cambios de horario de amanecer debidas a la latitud, es decir, la lejanía del Ecuador, donde a mayor distancia se producen días más largos en verano y más cortos en invierno.

Siendo la longitud (meridiano) media del territorio 70°O, es decir 70° al Oeste de la referencia, correspondería adoptar una diferencia de 5 horas de atraso respecto a Greenwich, es decir, UTC -5, al igual que los otros países de la Costa Pacífico, en lugar de adoptar un horario propio de la Costa Atlántica. Un simple ejercicio nos permite concluir que siendo las horas de amanecer y atardecer las 8:26 y 18:50, tenemos poco más de 3 horas y media de luz durante la mañana, y casi 7 horas en la tarde. Promediando ambas horas, resulta que la hora del meridiano se produce a las 13:40. A partir de mañana, con horario invierno, esta hora legal se acercará a la hora solar, quedando en las 12:40.
En la siguiente página se puede consultar la hora legal en distintas regiones del país, y la hora Universal:
http://www.horaoficial.cl/

Cuál es la razón para estos cambios? La respuesta es el ahorro energético. Al efectuar el cambio de hora legal, manteniendo horarios de colegios, oficinas y servicios, estamos obligando a la gente a modificar su conducta respecto a la hora solar. Es decir, abrimos más temprano en el período definido como “verano”, y más tarde en el de “invierno”. El efecto que busca esta medida es el de disminuir el consumo de energía eléctrica del país. Considerando que los mayores consumos se producen en las horas de atardecer, el cambio se traduce en menores demandas en la tarde por alumbrado, y algo mayores en la mañana, con un efecto neto de ahorro. Cuando se implementó la medida, en los años 60’s, se estimaba que el ahorro que se lograba equivalía a un 6% del consumo total. Como veremos más adelante, en nuestros días, donde el consumo de alumbrado ha disminuido en términos relativos frente a otros tipos de energía, el porcentaje llega a cerca de un 1%.

Como se lee en el interesante artículo que se encuentra a continuación, la medida del cambio de horario, se originó en el año 1968, cuando el país vivió una sequía extrema que obligó a racionar consumos por periodos prolongados. En esos años la matriz eléctrica dependía fuertemente de las centrales hidráulicas. La disposición de horarios de invierno/verano se prolongó en el tiempo, siendo una regla que los relojes se atrasaban a las 24:00 hrs del segundo sábado de marzo, y se adelantaban a las 23:00 hrs del segundo sábado de octubre.
http://www.latercera.com/noticia/el-hombre-que-cambio-la-hora/

A medida que pasaban los años, los tipos de consumos han ido cambiando, y la dependencia de la hidroelectricidad ha ido disminuyendo. Igualmente, este régimen horario puede haber tenido efectos positivos en la sequía del 98, la criticidad de abastecimiento posterior al 2004, cuando disminuyeron las recepciones de gas natural desde los gasoductos que cruzan la Cordillera de Los Andes, se sucedieron años de escasez hídrica y se desarrollaban escasos proyectos de generación y transmisión. En aquella época, análisis estadísticos de consumos mostraban un efecto diario a 2 a 3%.

Se justifica el horario de verano al día de hoy?

Hoy en día vivimos una verdadera revolución en el sector energético, impensada hace apenas 5 años. La gran penetración de energías renovables no convencionales o ERNC, ha permitido disminuir los precios de mercado desde 120 ó 250 US$/MWh, a apenas 50 US$/MWh, permitiendo que Chile se plantee el desafío de exportar energía eléctrica a países vecinos, lo que ya se produce a pequeña escala con Argentina a través de la línea Salta – Andes 345 kV, y forma parte de las últimas políticas públicas, incluyendo la modificación de la Ley General de Servicios Eléctricos, promoción de proyectos de transmisión que nos acercan a la frontera, y estudios de evaluación de interconexiones.

En este escenario, donde la energía pasa a ser un bien transable como cualquier otro, una política pública que busca reducir los consumos debe justificarse en términos de costo – beneficio social. Cuáles son esos costos?

Como han señalado algunos expertos en temas de salud, algunos efectos contrarios son trastornos de sueño, concentración y estados de alerta, a lo que habría que agregar mayor frío en las mañanas, rutas oscuras para niños que asisten al colegio, posibles aumentos de asaltos que se compensarían con cierta seguridad nocturna (acá parece haber un punto a favor del horario de verano), y lo que nos afecta a quienes trabajamos en forma colaborativa: un gran caos en las agendas y relojes electrónicos. Sumemos a lo anterior que el próximo cambio de “invierno a verano” no aparece publicado en las páginas oficiales.
Un balance de esta media, que parece perfectible, se puede encontrar en la página del Ministerio de Energía de enero de 2016:
http://www.energia.gob.cl/tema-de-interes/resultados-de-monitoreo-de-efectos

Como se manifestó más arriba, siendo la energía al día de hoy un bien transable, donde no está comprometida la seguridad de abastecimiento (suficiencia), lo razonable es que la medida pública evalúe adecuadamente todos los costos y beneficios sociales previo a ser implementada. El sentido común indica que en agosto o septiembre próximos, sería conveniente seguir con este horario de invierno que comienza mañana.

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